El hotel está bien, en líneas generales. Aunque esté clasificado como cuatro estrellas, como mucho tres, y escasito. La localización es perfecta, en Machico, muy cerca del aeropuerto, y con playita (sólo hay dos con arena en Madeira, y ésta es la mejor). Eso sí, la comida (el desayuno, ya que el resto íbamos por libre), muy escasa, y muy poca variedad. Y como vayas a desayunar a última hora, te quedas en ayunas, porque no reponen.