Para llegar a la habitación teníamos que coger un ascensor en recepción, recorrer un pasillo larguísimo con varios tramos de escaleras y de nuevo un ascensor viejisimo. La habitación, la cual habíamos pedido con 2 camas, tenia una cama de matrimonio y otra cama pequeña. El mobiliario totalmente anticuado, nada que ver con las fotos y lo peor de todo el baño; además de pequeño, la ducha era muy incómoda, el grifo estanco en la pared a una altura elevada, cortina de ducha bastante sucia, pelos, el desagüe no tragaba (lo advertimos en recepción pero no hicieron nada en los 5 días).
En último día solicitamos hacer una llamada desde recepción a la empresa de transporte del hotel al aeropuerto (número italiano) y estando 2 personas allí, nos dicen que cuando tengan tiempo llamarán y que nos cobrarán la llamada. Fueron bastante soberbios, lo cual es inaceptable. Yo trabajo como jefa de recepción en un hotel en España y se perfectamente lo que es tener que hacer varias cosas a la vez estando sola en el turno.