Hotel a un par de minutos del ayuntamiento, en pleno centro. Personal muy agradable. No tienen restaurante para almuerzo y cena, pero si disponible máquinas de café, te, chocolate... y dejan el salón para poder traerte la comida de fuera, lo que viene muy bien por los horarios ingleses y nuestra hora de la cena. También puedes pedir comida y la traen. El entorno es muy bueno, y no dejéis de visitar el museo de arte, el think tank y La biblioteca.