La habitación en la que me quedé es chica; sin embargo, es algo particular de la región. El baño era chico pero cómodo, me encantó la ducha. La cama era muy cómoda, la ropa de cama también.
Puntos de mejora: el trato al cliente. No quiero generalizar, pero 1 de 4 personas con las que traté, fueron lo obligadamente cordiales y lo necesario por tener que trabajar en hotel.
El desayuno no lo recomiendo.
Hicieron la habitación y cambio de toallas diariamente, pero el piso no lo barrieron.
La habitación no tenía servicio de A/A, al parecer por la época. En el día se ponía caliente por el sol, pero se refrescaba abriendo la ventana. Por la noche la temperatura estaba bien.
La habitación tiene un balcón cerrado, pero la cortina divide la habitación del balcón. Sería más práctico que la cortina estuviera pegada a la ventana para poder utilizar este espacio y que la habitación se sienta más grande. No se podía usar con la cortina abierta porque te ven los vecinos del edificio de enfrente.