El personal no es muy atento, parece que les cuesta trabajo dar indicaciones o incluso saludar. La habitación no es lo más limpio que puedas tener, el primer día encontré una maraña de cabellos en el piso junto a la cama, para nada agradable.
La conexión WiFi regular, solo me falló en un par de ocasiones. El desayuno es quizá lo que más se puede mejorar, en lugar de zumo, solo ponen agua con algún colorante para nada apetecible. Las opciones de comida caliente son pocas: huevos cocidos, nuggets, huevos revueltos y solo un día pusieron salchichas. Entiendo que durante mi estadía éramos pocos en el hotel por ser temporada baja, pero reutilizan el pan y su sabor y textura no es la mejor, ni siquiera un tostador tienen. Sí volvería quizá por el precio.