El hotel está muy bien situado, justo enfrente del puerto de mercancías, a 10 minutos andando del Centro Histórico de Palermo, y dispone de parking incluído, que es pequeño. Alguna noche tuvimos que dejar el coche fuera porque no cabíamos.
El buffet libre del desayuno es completo, variado y de calidad. Las vistas desde la séptima planta, donde se sirve el desayuno, son magníficas. La mejor forma de empezar el día.
Las habitaciones de tipo superior son modernas y funcionales, un poco pequeñas y de decoración austera, sin ningún cajón ni armario, todo a la vista. Tienen todos los servicios necesarios. Buena ducha, cómoda cama y el aire acondicionado un poco ruidoso.