No entiendo de dónde salen las cuatro estrellas de este hotel: recepción y cafetería propias de un albergue juvenil, sin servicio de desayuno ni room service, habitaciones espartanas sin armario ni cajones, sin minibar, con el baño 'incorporado' (una mampara es todo su aislamiento)... Las camas, muy cómodas, eso sí, y buena ubicación del establecimiento a pocos metros de la playa de Ondarreta.