No sé si debido a la pandemia pero sentimos como si se le hubiera caído alguna estrella al hotel.
Pese a ir en "todo incluido" había demasiadas restricciones al "todo incluido" desde el uso de ciertos restaurantes como limitación en los platos y bebidas, así cómo ausencia de snacks (no había opción) entre comidas, hecho que nunca fue detallado en el momento de la reserva ya que la opción más alta está "camuflada" en las habitaciones "The level", si se quiere ir con un "todo incluido" en que realmente este todo incluido hay que coger una habitación "The level".
Falta de personal o atención que se traduce en alto tiempo de espera en ser atendido a la hora de pedir bebidas en los restaurantes. Buena playa aunque no en el resort principal lo que obliga a usar transporte interno, transporte que acaba a las 18:00 horas limitando la movilidad o alargar el tiempo en la playa.
Por motivos medio ambientales no ponen ningún producto en el baño (esponja, peine, cepillo de dientes,...) todo debe ser pedido, en mi caso tardaron en encontrar una esponja y solo me dieron un vanity kit el primer día.
Buena comida aunque los restaurantes son limitados, en numero y capacidad (la comida se sirve sólo en Gabi Beach y Jetti, la cena sólo en Jetti, cerrado los Domingos, y Spice Market (buffet)), la capacidad de Jetti está limitada a 40 personas para la cena y se exige reserva.
Todo lo anterior hace que el "guest experience" caiga bastante algo que podría ser mejorado con una mejor gestión.