El hotel no está mal, pero tuvimos un problema con el aire acondicionado, y no es que fuera puntual, sino que es el aire acondicionado que tiene el hotel, y que no sirve para nada. No enfría nada y en cuanto hace un poco de calor te puedes morir. Lo dije en recepción y me dijeron que esperara un poco que iría enfriando, pero esperé los tres días y me fui sudando...
Durante mi estancia en las palmeras que están sin poder, nos caían los trozos en la piscina.
Tanto el café como el zumo en el desayuno malísimos.
El televisor no funcionaba bien y después de reclamar en la recepción siguió sin verse bien durante toda mi estancia.
Las puertas del balcón no cerraban bien, por lo que si alguien quería entrar podía hacerlo fácilmente, y también se lo dije a recepción.
La piscina tampoco estaba muy limpia, pues se le notaba todo eso negrito que se queda en las paredes, porque además no está toda embaldosada.