El alojamiento está muy bien situado, en medio del barrio de la catedral con lo que llegas caminando a todas partes y hay muchos lugares de interes alrededor, así como un supermercado que te salva de apuros justo al lado.
Está todo muy limpio pero las habitaciones no están bien insonorizadas con lo que se oye todo, así que tapones para dormir y listo.
El baño enorme y con buena presión de agua, las toallas, el gel, te dan de todo y sin pedirlo, todo limpio y en orden.
El desayuno es en cada piso y es sencillo pero con todo lo que necesitas, incluso hay fruta, está muy bien y si vuelvo a Belfast repetiría sin dudarlo.