El complejo es tranquilo y dispone de todo lo necesario para pasar unas buenas vacaciones. El recepcionista que nos atendió fue muy amable. La piscina no es muy grande pero es tranquila y hay muchas tumbonas. Hay un super que está abierto hasta las diez. El restaurante del complejo es excelente, la media pensión de calidad, y vale la pena probar el menú degustación que tienen que está buenísimo y es abundante, calidad precio inmejorable, el dueño es muy amable y atento. Los apartamentos bien equipados, la única pega es que los colchones son durisimos y si se duerme varias noches la espalda se resiente. Al no ser un hotel, no tiene el servicio de limpieza de habitaciones diario, que no nos supuso un problema pero sí echamos de menos por ejemplo que no repusieran el papel higiénico, las bolsas de basura... Pero en general, estuvimos muy agusto y muy probablemente repetiremos si volvemos al Delta.