Pasamos una noche en el Hotel de paso hacia otro sitio y fue un grato descubrimiento.
El Hotel es muy bonito, el servicio muy atento y encima está justo pegado al inicio del acueducto, lo que hace que puedas seguirlo hasta el centro en un precioso paseo de apenas 10-15 minutos. Le pondríamos 5 estrellas si no fuera por una pega importante que nos sorprendió para un Hotel de 4 estrellas. Y fue que a las 3 de la madrugada nos despertamos por los ruidos de la habitación de al lado. Parecía como si la pared fuera de papel. Se les escuchó todo. Hablar, tener relaciones sexuales, ducharse, la TV... Acabamos durmiéndonos de nuevo al cabo de una hora. Una verdadera lástima porque, como digo, no sé si fue casualidad o no, pero la habitación estaba de lujo, la cama comodísima, la comida del restaurante rica y copiosa y la atención de todo el personal muy profesional. Lo más probable es que volvamos y recomendemos el Hotel. Pero deberían plantearse insonorizar convenientemente las estancias a futuro.