Es un hotel sencillo, en una zona muy tranquila de Budapest, pero céntrica al mismo tiempo. la habitación espaciosa, en mi caso con tres camas, muy cómodas, con baño incluido, sin lujos pero perfecta para una estancia tranquila y acogedora. A mi no me gustan los lujos superfluos, y solo exijo limpieza y comodidad, y esto lo tenía de sobra. Si regreso a Budapest, me alojaría sin dudarlo en el mismo hotel.