Somos una familia de 5 personas q se alojó a finales de Diciembre de 2016. Si vienes a este hotel podrás patear Roma sin necesidad de coger el transporte público y visitar todo su casco histórico a pie, excepto para ir al Vaticano. Se trata de un establecimiento ubicado entre la Plaza de España y La Fontana de Trevi, a unos 200 metros de la primera y 400 de la segunda, en un barrio tranquilo, céntrico y plagado de bonitas tiendas, aunque si quieres hacer compras te recomiendo, por ejemplo, las que están en las callejuelas que van a dar a Campo de Fiore, ya que estas son de firmas muy caras.
El hotel es un buen 3 estrellas y aunque necesita una pequeña reforma, las habitaciones son amplias, limpias y sobre todo muy cómodas, con unas de las mejores camas que he probado en mi vida ( sus colchones y almohadas son ideales). El desayuno buffet se realiza en una bonita terraza que tienen en la última planta y es más que suficiente para empezar el día, donde podrás pedir un buen capuccino que te prepara con esmero una atenta señorita de la que no recuerdo el nombre.
Un aspecto a destacar es la profesionalidad de su personal, que en todo momento se disponen a ayudar, aconsejando sobre rutas, gastronomía..... ( recomiendo D Baffeto, Bella di Mamma y sobre todo D FELICE TESTACCIO)
Gracias Fulvio, Luciano y al resto del personal por hacer tan agradable nuestra estancia.