10/10
A pesar que la habitación y el baño eran bastante pequeños, la comodidad fue asombrosa. Todo estaba muy limpio y el servicio de desayuno modesto pero bueno. Hay una nevera en la habitación, que permite que puedas guardar tus propias bebidas. Especial mención al chico del servicio de desayuno y habitaciones; su simpatía y disponibiliddad nos facilitó grandemente la estancia. Grazie mille per tutto!
Por cierto, está situado en el centro de Roma, cerca de S. María La Mayor y a 10-15 min. de Piazza Venezia.