El hotel se merece el precio que pagas por que mas bién parece un palacio, donde las salas, las terrazas, los jardines, la piscina, los caminos, parecen de película.
Te hacen firmar papeles y si preguntas que es lo que firmas se hacen los tontos. Luego, cuando lees lo que has firmado, te han colocado en listas de publicidad a su gusto.
La cama muy muy dura y con plasticos bajo las sábanas que la hacen muy calurosa. Solo pudimos dormir algo bien cuando usamos las mantas y el hedredon a modo colchón.
No hay wifi más que cerca de un cuarto donde tienen la antena. No entiendo que un sitio de lujo como ese no pueda poner repetidores.
El almuerzo estupendo.
El restaurante muy majo pero de resultados normalillos.
EL servició muy atento.