El hotel está muy bien ubicado, céntrico, pero lo estropea el personal, muy malhumorado por tratar con turistas, maleducado y prepotente. Al final de la estancia nos cargaron en factura conceptos increíbles, como 20 € para limpiar la habitación en la que habíamos dormido; o 9 € adicionales por un aparcamiento descubierto cuando a la entrada me aseguraron que estaba incluido en el precio. Precios además inflados (1 botella de agua 6 €), una pena. No lo recomiendo, a nosotros nos estropeó el día y nos sentimos impotentes ante su abuso.