Las instalaciones del hotel están muy bien, con zona de juegos, bar y recreativos. La atención al personal muy correcta y simpática, las habitaciones estaban suficientemente limpias y cuidadas. No tienen kit de afeitados y el jabón hace poca espuma.
El desayuno es bufé libre, de las cuales hay cosas que están buenas y otras son bastante mejorables, el zumo de naranja es horrible, igual que el de manzana; tienes buenos panes pero los bizcochos están secos, las salchichas están muy buenas pero las tortitas están bañadas en salsa y son incomestibles (són sólo algunos ejemplos).
La zona es excepcional, hay muy buenos restaurantes/bares checos por la zona en los que puedes cenar a un precio muy económico, el entorno es bonito y además hay un tranvía justo en frente del hotel que te lleva al centro de la ciudad en unos 15 minutos.
En general hemos quedado satisfechos de nuestra estancia y lo recomendamos.