Es un hotel con historia, totalmente renovado, las habitaciones amplias y la cama muy cómoda. El baño muy completo y con todo tipo de detalles, acondicionador de pelo, albornoz y zapatillas.
Hemos tenido una estancia de ensueño.
El buffet de desayuno espectacular, zumos frescos no de bote, tés a granel de muy buena calidad, te hacen tortillas y otras cosas calientes al momento. Bollería y pasteles caseros.
Un lujo de hotel