Desayuno buenísimo, y nuestra habitación era de las reformadas, pero aún así, había humedad con pintura desprendida en una de las esquinas del techo y la terraza se ve que no la limpian.
Pero lo más importante es que no hay aire acondicionado y si pillas una ola de calor como en nuestro caso, no puedes ni abrir la terraza porque al dar a un parque y tienes los árboles encima, entran muchos insectos.
Todo lo demás bueno. Metro al lado al centro de Múnich, personal muy agradable. Desayuno muy bueno, aunque la entrada, ascensor, necesitaría reforma.