La localización es muy buena, muy cerca de las calles peatonales y la catedral. Los dueños muy amables. Nos indicaron lugares para desayunar o comer. Tiene Wi-Fi, televisión, máquinas de bebidas y café en la entrada. Yo estuve en una habitación individual con cama de matrimonio, muy cómoda. El baño se podría mejorar, está un poco dejado, pero para mí suficiente. Tiene aparcamiento interior pero de los que se hacían antes por lo que los coches actuales maniobran bastante mal. Hace falta ayuda externa...
En resumen, en precio es muy bueno para el lugar donde está y para un fin de semana está bien. Pero mejor sin coche...