Llegamos luego de una lluvia muy intensa y aunque algunas calles del área estaban anegadas, el hotel y su estacionamiento estaban absolutamente "a salvo".
La ubicación la buscamos deliberadamente, por estar a medio camino entre las playas y el centro de la ciudad.
Posee un supermercado, una estación de servicio Seven Eleven y un mall contiguos, por lo cual es posible ir caminando y resolver cualquier necesidad en minutos y sin problemas.
Muy buena atención, personal amable, en especial en el área de desayuno, que es variado y de buena calidad.
Muy buen gesto ser consultados personalmente por el management del hotel durante el desayuno por cualquier inconveniente o sugerencia.
Habitación súper amplia y confortable, silenciosa y bien equipada. Un gusto haber estado en este Hotel, volvería gustoso.