El hotel situado en un sitio perfecto, con la línea de metro muy cerca, para por ser desplazarte, en recepción todo, muy amables, desayuno muy bueno, habitación amplia y limpia.
El único pero que pondría es que la primera noche sobre la dos de la madrugada intentaron entra en nuestra habitación, ( nosotros estábamos durmiendo) al no poder entrar cerraron la puerta, lo comunicamos en recepción y nos dijeron si queríamos cambiar de habitación, les dijimos que como era posible? Qué si tenían cámaras en lo pasillos que miraran quién había sido? La única solución que nos dieron es que nos daban era el cambio de habitación.