8/10
Es un hotel "de aeopuerto" a unos kilómetros del centro de la ciudad: pasillos largos y habitaciones impersonales en el que dan de comer de buffet a 300 personas a la vez sin despeinarse.
Teniendo en cuenta que aparcar en Zadar es una locura y que el centro estaba llenísimo, es una opción más que correcta: por la mañana coges el coche y bajas a la ciudad y por la noche vuelves.
Las habitaciones amplias y confortables, equipadas y el baño limpio y correcto.
Joan Anton
Viaje de 2 noches en familia