Buena alternativa para quienes viajan desde Suramérica. Buen servicio y ahorras en pasajes. LO BUENO: Instalaciones amplias, piscina inmensa, entorno natural precioso. Hotel en medio de la Mata Atlántica (selva) y tiene sendero para internarse en la vegetación. Bebidas (incluye vino y champaña) y la comidas (tal vez se repiten un poco) son buenas. Buenas camas. Baño completo. Atención correcta. Lo que pides en recepción, lo resuelven rápido. Gimnasio excelente. Ruta para correr. LO REGULAR: La playa está bien, tranquila, es privada, pero debes tener en cuenta que no es de arena blanca ni aguas cristalinas. Hay desembocaduras de ríos, por lo que obviamente el agua es más turbia en toda la bahía de Angra. El servicio de limpieza de la habitación cumple, pero no destaca. En verano, aprovechar las mañanas, en las tardes suele llover. A veces días enteros. Hay que convivir con la nubosidad. Hay que cuidarse de los mosquitos. Hotel está un poco lejos del centro urbano, (puede ser una virtud también), pero hay ómnibus barato hacia Angra (20 minutos). LO MALO: El Hotel no cuida limpieza de playa ni áreas selváticas. Si dice ser un "Eco Resort", debiese cuidar ese aspecto (botellas y vasos plásticos botados). Huéspedes tampoco ayudan. RECOMIENDO: Visitar Paraty y Angra. En agencias cerca de muelle pagar un paseo en barco por Ilha Grande. Para traslados, se puede usar ómnibus. Demora un poco, pero es servicio con horarios. Taxi es caro. Es más barato, incluso, arrendar auto en Mall.