El Hotel Simón (Sevilla, España) es un alojamiento ubicado en un edificio antiguo (200 años), con hermosa decoración con azulejos y muy bien mantenido. A pesar de ser una estrella, está muy bien equipado y presentado. Al ingresar al hotel, se accede a un patio sevillano clásico de gran belleza. Todo el lugar es sumamente agradable. Estuvimos alojadas en una habitación de la planta baja que nos resultó muy cómoda y nada ruidosa a pesar de dar a la calle. El cuarto (sin TV) y el baño eran bien amplios, con instalaciones algo añosas pero en buen estado. El desayuno estuvo muy bien. El personal de recepción fue muy competente, amable y solícito. La ubicación del hotel es excelente para el viajero interesado en conocer el patrimonio histórico-cultural, todo está muy cerca, lo cual permite hacer las recorridas a pie. Se puede decir que el servicio fue muy bueno, salvo la limpieza del cuarto. En la habitación y el baño había suciedad anterior a nuestro ingreso que permaneció sin cambios durante el total de nuestra estadía (sin embargo, los espacios comunes del establecimiento lucían pulcros). En su momento, no lo comunicamos a la gerencia para evitar represalias por parte del personal de limpieza (estábamos fuera durante todo el día y nuestras pertenencias quedaban en la habitación a merced de esa persona). La relación precio/calidad fue aceptable. Volveríamos a este hotel sólo si mejoran sustancialmente el servicio de limpieza.