Nos quedamos en una de las "Traditional houses" que tiene el hotel, que están un poco fuera del predio principal. La habitación es simpática, tiene todas las comodidades necesarias, incluso cocina, heladera, pileta para lavar. Lo único malo es que el agua caliente es limitada y hay que esperar 15 minutos entre cada baño para poder usarla (alcanza para una ducha rápida y listo). Lo mejor es el patio que tiene la casita, tiene la vista paradisíaca hacia la caldera, sin nada delante que la interrrumpa. Realmente da para estar sentado ahí todo el día solamente mirando. Hay una mesa con una sombrilla, sillas y reposeras. En el predio principal del hotel hay una pileta que se puede utilizar, está muy bien mantenida, hay sombrillas y reposeras alrededor. Respecto al personal, siempre nos atendió un hombre bastante negativo. Si bien nos ayudó en todo lo que necesitábamos, no se lo notaba muy contento en su puesto.