Los dos mayores fallos son el olor intenso a humedad (muy fuerte), que hace adivinar que detrás de las paredes debe haber grandes cantidades de hongos. Y mosquitas en el baño que salen en cantidad del sumidero cuando usas el retrete o la ducha. En España cerrarían el local por la intensidad de los dos problemas.
Luego está el tema de que el barrio es una zona de prostíbulos, pero a mí ni me molestó ni incomodó, ya que no se ve nada aparte de las luces de neón.
Bien comunicado con el aeropuerto al estar a 15 minutos de la parada de Aljunied. Pero cuidado, 15 minutos con maletas a medio día a pleno sol se te pueden hacer muy largos y asfixiantes en Singapur. También hay una parada de bus a menos de 5 minutos.
Las habitaciones son muy pequeñas, pero ese es un problema general en Singapur. Casi no podía abrir las maletas.