El hotel se encuentra sobre el cerro de bellavista, junto a la casa de Pablo Neruda (La Sebastiana). totalmente bohemio, el sector y sus alrededores estilo hippie, muy turístico en el día, en la noche complicado el acceso por estar en el cerro. estuvimos en otoño, por lo que la piscina no estaba en servicio. Las instalaciones Muy buenas. Nos quedamos en la habitación Los Poetas, en el ultimo piso, muy buena vista al mar y teníamos bañera en el baño, el cual también estaba acorde con el lugar (un baño antiguo original de la casa). Desgraciadamente, por política del hotel no hay televisión, así que optamos por salir, conocer, o jugar juegos de mesa. la comida excelente, el desayuno es al gusto del cliente. no preparan almuerzo ni comida, pero pueden preparar sandwich con atún para la noche, nada de carne. Los masajes del spa muy buenos, los tomamos y super relajantes, al igual que el sitio de los masajes y de sesiones reiki muy bonito. El wifi no tiene una señal fuerte, por lo que en la habitación no se podía navegar, era necesario bajar al lobby. En general, la estadía fue muy buena, pero transportarnos por valparaíso y por viña del mar fue complicado y costoso, los taxis muy caros (hasta 10 veces el costo del colectivo), usen el metro o los buses que van paralelo al metro para ir de valparaiso a viña del mar y a 2 cuadras de la estación queda donde se toma el colectivo # 39 para ir hacia el hotel, o si no les toca caminar cuesta arriba para subir el cerro de bellavista. la ayuda del persona del hotel para ver las atracciones en estas ciudades muy buena, nos facilitaron la tarjeta del metro y mapas para desplazarnos.