Hotel muy agradable, limpio, moderno, estéticamente bonito, habitaciones cómodas, con una atención muy buena. Quizás lo único que no estuvo excelente fue la comida, pero era aceptable.
Muy bien situado para hacer reuniones que requieran desplazamiento en avión desde otras ciudades, ya que se encuentra justo al lado de la parada de tren de Leuven, desde donde un tren directo hasta el aeropuerto de Bruselas tarda unos 15 minutos.