Al llegar al hotel la recepción fue desagradable, siempre tuve la sensación de que mi sola presencia molestaba, como también mis preguntas y mis consultas, en fin no fue muy acogedora la estadía. Luego, la calefacción tiene un ruido terrible, lo cual no facilito el descanso para nada.
Rescató el personal del desayuno , siempre muy atentos y muy rico todo, el café, los jugos, la mermeladas caseras, la pastelería.