En realidad fue un viaje por estudios. Algún tipo de incomodidad para el descanso causa el ruido de los ascensores cuando las habitaciones asignadas están muy cerca, y no hay forma de cambiarlas, según nos dijeron, cuando es una habitación para tres personas. Pero el personal es espectacular, hay mucha empatía, y buscan resolver todo lo más rápidamente posible. El desayuno sigue siendo muy bueno y variado, y las camas muy cómodas.