La ubicación del hotel es muy buena, a una cuadra de la Plaza de Armas.
El interior del hotel es muy acogedor, la atención en counter es de primera.
El desayuno buffet excelente, variado.
La habitación muy confortable, con algunas observaciones.
Informé que las bisagras de la puerta del baño crujían demasiado y que le pusieran aceite, nunca lo hicieron.
El aire acondicionado se malogró y no lo repararon, nos pasaron a otra habitación.
Con el cambio se superó el problema del ruido de las bisagras.
En la otra habitación (320), la puerta del baño chocaba con el inodoro cuando la abrías (error garrafal de diseño). Eviten esta habitación.
La ventaja que tienen los hoteles de la línea Dorado es que al alojarte en uno de ellos puedes disfrutar de los servicios de los otros hoteles.
Por ejemplo, me alojé en el Dorado Isabel, pero pude visitar el Dorado Plaza (que es un súper hotel frente a la Plaza de Armas) y disfruté la piscina y el resto de facilidades. Solo avisas en recepción que vas al otro hotel y listo.
Otra cosa muy buena, es que te recogen y te llevan al aeropuerto.