Estuve tres días en el hotel Castel por viaje de negocios, y la ubicación es perfecta.
Sin estar en el centro, está muy bien comunicado y realmente cerca de tram, la estación de trenes, autobuses, y de los shuttles desde el aeropuerto de Charleroi.
El personal te atiende de forma excelente, y me encantó el restaurante.
Si tienes problemas de movilidad, el acceso a las habitaciones tiene algún escalón a pesar de existir ascensor, así que puede ser problemático.
Volvería a reservar en este hotel en caso de volver a Ghent.