Hotel muy recomendable. Los dueños son muy amables y simpáticos. Al ingresar nos dieron una interesante y detallada explicación de los distintos barrios de Gante, sitios que visitar, el transporte (tranvía, ellos mismos te venden el bono de 10 viajes si quieres), recomendaciones, …
El desayuno es buffet libre, completo (frio y caliente, dulce y salado, fruta, …) y con un fabuloso zumo de naranja recién hecho. Con sólo cuatro habitaciones por planta resulta muy tranquilo.
Si bien no está situado en la zona más atractiva de Gante (el casco antiguo), su ubicación tiene como ventajas: su proximidad a la estación de tren (3 minutos andando), la proximidad al tranvía que te lleva al centro en unos 5 minutos, museos cercanos (muy recomendable el STAM museum de historia).
Si se quieren visitar más ciudades, dada la buena calidad de la red ferroviaria del país (alta frecuencia de paso, puntualidad, cantidad de localidades conectadas por tren) vale la pena quedarse en Gante y desde ahí hacer visitas diarias a otras localidades interesantes (Brujas, Bruselas, Amberes, …), con la ventaja de no tener que andar cambiando de hotel cada dos noches.