Experiencia decepcionante. Pagamos más que la media del precio de apartamentos de Andorra (venimos 2 ó 3 veces al año), porque era el cumple de nuestra hija y queríamos aprovechar el spa. Nos dieron un apartamento en la zona del pádel, con lo que no hemos descansado (a tope desde las 8:00 a las 23:00).
Tuvimos que comprar un cuchillo para poder cocinar en una apartamento, limpio pero muy viejo todo.
Y en el spa no funcionaban la mitad de los chorros y los que iban, lo hacían de manera intermitente, no había dos espacios que funcionaran a la vez.
En definitiva, que nos ha decepcionado mucho.
Lo mejor el personal, que se esfuerza en paliar las deficiencias de las instalaciones. Y la cama, que si, era muy cómoda, pero si los gritos y raquetazos no te dejan dormir…
No volveríamos y es una pena, porque si cuidaran las instalaciones valdría el precio que cobran.