Hotel muy bien ubicado, para moverse por Viena
La habitación cómoda espaciosa y tranquila con una decoración moderna y llamativa
La única pega el tener q desayunar en los salones de enfrente... en otra cafetería ( es solo cruzar la calle )
El 1° día nos sorprendió un poco , pero es un lugar muy cómodo , con desayunos estupendos . Te hacen todo tipo de crepes , tortillas , sandwiches en el momento y el personal es buenisimo.
Al igual q el del hotel , David en recepción sobre todo
El servicio de lavandería es muy rápido y eficaz