El hotel está situado en una zona muy tranquila, a 5 minutos andando del pueblo, lo que permite poder estar relajado con estupendas vistas desde las instalaciones, y salir a cenar caminando al paseo marítimo. Además es un punto estratégico perfecto para visitar la parte Oeste y central de la isla. Las habitaciones son grandes y agradables, con camas muy cómodas. Como aspecto negativo, en el baño hay muy poca luz, no tiene secador de pelo ni amenidades (champú, gel, loción, etc.) y las toallas se cambian únicamente 1 vez por semana, lo que puede ser realmente incómodo para estancias de más de 3 días, pero para estancias cortas no es un problema. Sin duda el valor añadido de este alojamiento es su piscina, fantástica para relajarse!