El hotel es cómodo, accesible, justo y necesario para ducharse y dormir, sin embargo las habitaciones tienen unos aires que hacen ruido. Cambié de habitación y ambas hacían ruido. No permite el descanso, por suerte tengo siempre tapones de oidos en la maleta y con ellos pudé dormir, pero el resto del rato en la habitación tuvé que tener la música siempre puesta para no oir el ruido de la ventilación del aire. Aparte de eso, es una pena que después de las 8pm cierren la cocina y uno obligatoriamente tenga que salir a cenar fuera del hotel, no ofrecen ni siquiera ayuda para pedir una pizza, un doner, o lo que sea para comerlo en el hotel sin tener que salir. Es una pena, porque el personal es muy atento, las camas son bien cómodas y todo estaba muy limpio.