Nos ha encantado el hotel. Es muy moderno, pero sin perder ese punto de acogedor. Las habitaciones son algo pequeñas, aunque suficientes y puedes manejar todo a través de un ipad. El baño, con una ducha sin barreras y suelo con calefacción radiante, el buffet abundante y de calidad, por las noches puedes sentarte en el hall mientras te tomas una infusión, un te o un chocolate, incluido en el precio. Y luego está la localización; se puede ir andando al centro histórico, tiene un centro comercial enorme justo enfrente, a 2 minutos de la estación de tren.
En fin, es muy, pero que muy recomendable.