Hotel perfecto; estancia perfecta. Me dieron una habitación-apartamento, que tenía dos dormitorios pese a ser solo una pareja, dos cuartos de baños, salón de impresión, cocina impresionante, cuarto de plancha... Superlujo!. El desayuno es buenísimo, en la última planta con unas vistas increíbles. La piscina es olímpica impresionante... Sin duda, repetiría!. Por poner una pega, por el día no había aire acondicionado en los pasillos y hacia calor, pero solo en pasillos (quizás estaba averiado).