El hotel esta en un sitio perfecto, cerca del centro y de la estación de trenes para poder desplazarte a cualquier lugar (entre 5-10 minutos estas en la estación), la cama era muy cómoda y tenia un kettle con tazas para prepararte tu cafe en la mañana. El servicio fue bastante bueno llegamos temprano y nos guardaron las maletas sin problemas, nos dieron un mapa, chocolates al llegar y el ultimo día pudimos imprimir nuestros billetes de avión sin ningún problema. Además la limpieza fue perfecta.
Lo único negativo, es que por el precio que nos había costado nuestra habitación y que nuestra estancia fue de 3 noches pensábamos que nos darían mejor habitación, ya que la primera estaba a dos pasos de la breakfast room y no queríamos estar escuchando ese jaleo. Al quejarnos, nos dijeron que sólo tenían disponible otra más que la viéramos y decidiéramos, la habitación era bastante pequeña y sin ventanas al exterior por lo que agobiaba un poco, nos dijeron que al día siguiente nos mudarían a otra pero el recepcionista era otro hombre no tan simpático y nos dijo que imposible. Así que al final nos tuvimos que aguantar con esta habitación.