El trato no es pésimo.
La dueña, lo único que quiso es robarnos.
Yo habia encargado habitación para fumadores, lo cuál cuando llego, veo que es imposible (vale, sin problema, soy de España, lo entiendo), y DESAYUNO BUFET.
Por ser fumador la chica me dice que tengo que abonar 200€ de fianza si quiero acceder al hotel ¿?
A parte de 21€ de tasas de Roma (puedo entenderlo)
Si no abono los 200€ me dice que me quedo en la calle. Llamo a EXPEDIA (llamada de 15 minutos a mi cargo desde otro país puesto que la chica no es capaz de dejarme llamar desde su teléfono).
En expedia me dicen que ya está solucionado lo de los 200€, entro al hotel y la chica me dice que no, que EXPEDIA no le ha dicho lo mismo. Tiempo después me enseña por arte de magia una factura de que EXPEDIA le ha PAGADO esos 200€ por nosotros, y ella me dice que tengo que abonar otros 200€ yo aparte de los 200€ de EXPEDIA, en total la chica quería llevarse 400€ por ser fumador.
Al final logré amenazarla con que la iba a denunciar y ella cambió el chip completamente y solo tuve que abonar las tasas (todo esto después de 4 horas discutiendo desde nuestra llegada)
El desayuno es una bandeja con cuatro SOBRES (de supermercado, con galletas, panes y nutella).
Una casa particular convertida en hotel, para mi opinión el hotel está bastante bien, una terraza kilométrica en la que poder relajarte, pero repito, no recomiendo absolutamente a nadie esta estancia debido al trato y al desayuno, considero fundamentales las dos