Hacía mucho frío en Sorrento. El sistema de calefacción, por bomba de calor, era insuficiente para el tamaño de la habitación. Pasamos mucho frío. Por lo demás, el bueno de Roberto, el encargado, subasanó todas las deficiencias, a base de voluntad y atención.
Lo que no pudo superar es que para llegar a este B&B hace falta un buen navegador (sin eso es imposible) y ser un finísimo conductor, además de llevar un coche no mayor de un un VW Golf, pues las dos callejuelas de acceso son tan estrechas que hace falta recorrerlas con los espejos exteriores abatidos. Si eres un peatón, reza por tu vida.