10/10
El hotel es muy bonito, situado en el medio de un arrozal, tranquilo y limpio. Las habitaciones son muy cómodas pero deberían ser más insonorizadas, se oye perfectamente todo del habitación al lado. Una cosa es el ruido de la naturaleza que es normal y característico, otra es el ruido de la televisión de los vecinos y sus charlas nocturnas. Se come muy bien en el restaurante. Única pena es la falta de intimidad, los receptionistas preguntan siempre adonde vas y de donde vienes.