El café que incluyen en el desayuno es de muy baja calidad, fuera del nivel del hotel.
Es un café preparado que llevan a la mesa en un termo, preparado.
Tuve que pagar adicional para tomar café de grano, en una presentación más estética.
Una sra en el restaurant y un hombre en la recepción, fueron los únicos desagradables. Todo el personal, muy amable.
Si bien el poblado kimal es un espacio tranquilo, el ruido que llega en la noche, de los bares cercanos es muy molesto e impide dormir antes de las 01:30am.