El hotel está emplazado en un área residencial moderna y segura de la ciudad, muy cerca del paseo Las Carmelitas donde se encuentra variedad gastronómica, bares, discotecas y locales comerciales de muy buen nivel. También está cercano a diversos centros comerciales como el Shopping del Sol, Villa Mora y Mariscal López. Excelente conectividad para diversos lugares de atracción turística, incluido el micro centro y/o centro histórico. La atención del personal del hotel fue buena y cordial pero no muy cálida, a diferencia de otros lugares que visitamos en Asunción en que fuimos tratados muy amistosamente. El desayuno era básico, pero suficiente. La piscina cuando llegamos se veía como si no recibiese la mantención necesaria, nos explicaron que se veía de ese modo por la lluvia que había habido hacía poco rato. Al día siguiente la piscina amaneció impecable. La decoración del hotel hace honor a su nombre, se observan numerosos cuadros de autoría del propio dueño quien es arquitecto y pintor, esculturas, figuras y muebles antiguos. En general, la mantención del hotel es buena, pese a la humedad las paredes se observan blancas. Sin embargo, el baño de nuestra habitación tenía mucho olor a humedad. En resumen el hotel cuenta con todo lo necesario para una estadía agradable. Muy buena relación precio calidad.