En conjunto muy decepcionante, lo único que se salva es el personal que son bastante amables. El resto pésimo. Nos pusieron en una habitación justo en la recepción, la cual también se comunicaba con la cocina, así que habia un ruido siempre que hacía imposible descansar (esa habitación no debería de existir ahí, sino con el resto de habitaciones que estaban más alejadas). Por otra parte, en cuanto al tema de desayuno no era nada higiénico ya que teniamos que fregar al terminar los platos y la esponja estaba super sucia y sin lavavajillas para desinfectar. Y ya el colmo fue que tenias que limpiar con la fregona cuando terminabas de ducharte, hemos estado en muchos hostales y jamás hemos tenido que hacer esto.