El alojamiento pierde todo su valor desde el momento que la chica de recepción no hace bien su trabajo.
Teníamos unas tarjetas de transporte público compradas a través de página web de turismo de Paris, las cuales las teníamos que recoger en el hotel. Cuál es nuestra sorpresa que cuando llegamos al hotel, la chica de recepción nos indica que allí no tienen nada, ni sabe nada de esas tarjetas. Se lo intentamos explicar con el mail que teníamos, con el traductor de Google, y ni por esas. Durante dos días tuvimos que pagar el transporte por París otra vez. Y por qué fueron dos días?. Por que cambiaron de recepcionista, le fuimos a preguntar... Y mira tú. Las tarjetas estaban en un sobre a mi nombre en un cajón DEBAJO DEL ORDENADOR. No se tenía ni que mover. Entendí que puedas ser nueva en un trabajo, y que no se puede saber todo, pero lo mínimo que se puede hacer, es preguntar a otro compañero, y mostrar algo de interés. Por esto la valoración del hotel no puede ser más que mala. Nos fastidió 2 días de vacaciones, y cuando estás de vacaciones te molesta mucho.
Por el resto el hotel es agradable y con un desayuno bueno.