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Ponían música altísima hasta la medianoche y los fines de semana hasta la 1 de la mañana. Buena parte del personal no habla más que árabe. En agosto a 38 grados no hay ni un frigorifico en el cuarto para tener agua fría. Las sábanas con pelotillas de lo viejas que están. o sea todo grotesco. En el desayuno es un caos de ruido, tienes que perseguir al personal para que te den unos cubiertos. De verdad terrible.
Teresa
Viaje de negocios de 4 noches